Re: Formación del analista: ¿Deseo del analista? ¿O deseo de otra cosa?

John James Gómez G. | 11.11.2014

Patricia, es muy interesante lo que traes a colación. Formación del analista y deseo del analista son cuestiones acontecimiento del sujeto (symbama, en el estoicismo antiguo). Lacan se esmera en enfatizar el valor del estoicismo antiguo, particularmente en la lógica que platean a propósito de la relación entre los cuerpos y entre el sujeto y el predicado, esto puede verse en varios lugares de su obra; su respuesta a la segunda pregunta en "Radiofonía" es indicativa a este respecto. También es muy interesante, para aproximarse a la diferencia en juego, el texto de Émile Bréhier "La teoría de los incorporales en el estoicismo antiguo".

En la versión aristotélica hay una relación de identidad entre el sujeto y el predicado, es decir, el predicado que califica al sujeto se toma por condición del sujeto mismo. Es por ello que allí la cuestión del verbo ser es fundamental, "algo es" y, en ese sentido, se arriba a lo imaginario como modelo de la existencia, es decir, se cree a ciegas en la "realidad" del mundo sensible. Si se sigue esa vía, llega a creerse que el analista es una persona, por ejemplo. Con lo cual, decir, "soy psicoanalista" hace suponer que la persona y el analista son una única y misma cosa, como lo ha señalado también Javier en su comentario.

Sin embargo, en la vía estoica, la cuestión es por entero diferente. No hay tal identidad y la copula es no garantiza nada. El symbama opera como acontecimiento y es esto lo que, a mi juicio, nos interroga en torno a la formación y al deseo del analista, puesto que el analista sería, por tanto, un acontecimiento al sujeto, es decir, un acontecimiento surgido en la producción de un discurso. El sujeto, tampoco es la persona, no es una carne, no es un yo, él sujeto acontece a partir de la suposición de un saber y no ex-siste sino porque hay cadenas significantes. El analista puede producirse como acontecimiento en relación a esa producción derivada de la suposición de un saber y, por tanto, no hay más ser del analista que el de-ser dicho en alguna parte, según señala Lacan en "Radiofonía". El analizante produce al analista y la persona que presta su cuerpo a la escucha solamente es un semblante de causa para que el deseo de trabaje.

En este orden de ideas, con el ánimo de seguir intercambiando ideas en nuestro interés por la pregunta que nos convoca, podríamos preguntarnos entonces ¿Cómo es posible que alguien devenga analista? ¿Sería eso posible? O, por otro lado, ¿cómo tratar el problema de la formación si no se trata del conocimiento, ni de las personas, sino del acontecimiento en relación a un sujeto que aparece interrogando al yo?

Abrazo,

John

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